Los centros residenciales que atienden a infancia y adolescencia son imprescindibles y los educadores y educadoras sociales que trabajan en esos centros con esos niños y niñas y adolescentes tutelados por la DGA son también imprescindibles. Son quienes están allí presentes compartiendo las 24 horas de un día, los 365 días del año; son quienes se dejan la piel en el tajo, son quienes cuidan y protegen a esta infancia y adolescencia que llega allí, en muchas ocasiones, con una mochila de daño y sufrimiento inabordable, son quienes juegan con ellos y ellas, son quienes les hacen sonreír, son quienes se enfadan cuando no hacen bien las cosas, son su familia, sin serlo.
La semana pasada el IAS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales), que es quien se ocupa en Aragón de estos chicos y chicas, empezó a proveer a los y las educadores sociales de los centros de los protocolos y medidas preventivas para hacer frente a la actual situación y también dispuso de una coordinación específica con estos centros residenciales y quedó establecida una comunicación instantánea durante 24 horas con responsables de cada una de las viviendas y residencias de protección. Además, los citados centros residenciales disponen de planes de contingencia específicos.
Mantener un ambiente de normalidad, cuando no se puede salir de casa, ni siquiera recibir un abrazo, es duro y difícil de procesar, y las educadoras y educadores sociales estamos al pie del cañón lidiando todos los días con esta situación unida a la preocupación por las posibles bajas médicas de profesionales, niños y niñas que no comprenden la situación ni la gravedad de la misma.
Para abordar esta situación el CEES Aragón reclama al Gobierno de Aragón que siga prestando su apoyo y coordinación mientras dure esta situación, y contemplando la necesidad de más recursos, educadores y educadoras sociales para sustituciones y para refuerzos, ante esta crisis sanitaria sin precedentes.
Junta de Gobierno del CEES-ARAGÓN
Zaragoza, 19 de Marzo de 2020
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